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La casa del Ratón Pérez

Descubre la segunda residencia de uno de los ratones más famosos

Esta ruta está pensada para hacer con toda la familia. Se trata de un paseo por Rimor, localidad situada a unos 20 minutos de Ponferrada, en el que caminaremos por un camino flanqueado por castaños y robles, y con unas increíbles vistas.

La ruta comienza en el centro del pueblo y está perfectamente señalizada; no solo para llegar a la casa del ratón Pérez, sino para llegar hasta el Columpio de las Mozas: un alto con un mirador, lleno de magia y fantasía, donde además de poder hacer unas fotos increíbles podremos disfrutar como niños. Caminaremos siempre cuesta arriba ¡pero que esto no te asuste! El desnivel es muy llevadero, no nos encontraremos con grandes pendientes ni grandes dificultades en el camino. Insistimos en que es una ruta pensada, sobretodo, para los peques de la casa.
Llegar a la casa del ratón nos supondrá caminar unos 500-600m desde el cartel, y llegar al columpio unos 2 km. Si quieres ver un resumen de esta preciosa ruta, haz clic aquí.


Por todos es sabido que el ratón Pérez tiene su residencia oficial en Madrid, concretamente en la calle Arenal nº8, pero también es sabido que a la gente de las grandes ciudades les encanta venirse al pueblo para escapar del bullicio, y el ratoncito Pérez no ha podido elegir mejor lugar para pasar sus ratos de desconexión que la comarca de El Bierzo.
Para los que no conozcáis la historia de este ratón, nos remontamos hasta la época en la que Alfonso XIII era un niño bastante asustadizo. Es por ello que su madre, la regente María Cristina, le encargó al Padre Luis Coloma que escribiera un cuento para paliar el trauma que había supuesto para el pequeño rey perder un diente de leche. De esta manera cobra vida el Ratón Pérez, experto dentista y encargado de cuidar de los dientes de todos los niños, de tal forma que cuando se nos cae un diente de leche lo ponemos bajo la almohada y dicho ratón nos lo cambia por una moneda.
En el libro escrito por Coloma, el rey Alfonso cambia su nombre a Buby, apodo cariñoso con el que le llamaba su madre, y es el fiel compañero de aventuras del Ratón Pérez, acompañándolo por las noches a recoger los dientes que otros niños guardaban bajo la almohada, y a los que les dejaban una moneda de oro. El objetivo de Coloma con este relato era mostrarle al pequeño rey las situaciones de pobreza que vivían otros niños.