La ciudad de Ponferrada tiene su origen en la Edad Media surgiendo como asentamiento alrededor del Camino de Santiago.
A finales del siglo XI, el obispo astorgano Osmundo, ordena la construcción de un puente ("Pons-Ferrata") sobre el río Sil que facilite el paso a los peregrinos a Compostela; este puente daría nombre al actual nombre de la ciudad.
Hacia el año 1178, por concesión de los Reyes de León, los Templarios se establecen a lo largo del Camino de Santiago, con la misión de proteger a los pregrinos.
Las crónicas cuentan que aquellos primeros Templarios llegaron con el maestre provincial Guido de Garda a la cabeza, siendo Fray Helías el primer comendador de Ponferrada. La tradición les atribuyó hazañas de toda índole, incluida la del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Encina, patrona de la comarca de El Bierzo, allá por el año 1200, en el hueco de una encina.
Con la disolución de la Orden del Temple, la ciudad pasa por la tenencia de distintas familias que amplían la fortaleza y ensanchan sus límites: Castros y Osorios, principalmente el Conde de Lemos, Pedro Álvarez Osorio.
Ponferrada se desarrolla como urbe entre los siglos XVI al XVIII, época en la que se construyen los edificios más singulares y notables.
A comienzos del siglo XX, el descubrimiento y la explotación de las riquezas minerales, hierro y carbón, así como la instalación en 1949 de la central térmica de Compostilla (ENDESA), cambian el rumbo agrícola de la cuidad por un rápido despegue económico que la convierte en la capital de la comarca.
Desde la época medieval, Ponferrada ha sido un destino popular para los peregrinos del Camino de Santiago. Deambular por las calles del casco histórico revela la cultura y el ambiente únicos de la ciudad, mientras que saborear platos tradicionales como el botillo y la empanada mejora aún más la experiencia.
Qué ver en Ponferrada:
El magnífico Castillo Templario se erige como una de las atracciones imprescindibles de la ciudad. Construido por los Caballeros Templarios en el siglo XII, esta fortaleza cuenta con un impresionante arsenal de armaduras y armas y ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad desde su torre. Los visitantes pueden explorar sus túneles subterráneos, mazmorras y capillas, abiertos al público.
Otro lugar impresionante es la Basílica de la Encina, una iglesia de estilo barroco situada en el centro de la ciudad. En su interior, los visitantes pueden admirar sus intrincados frescos y vidrieras, así como un museo que exhibe objetos religiosos y arte de diferentes épocas.
El Casco Histórico de Ponferrada es una visita obligada para cualquier persona interesada en la historia y la arquitectura. Este pintoresco casco antiguo está repleto de calles estrechas, patios ocultos y edificios tradicionales, algunos de los cuales datan de la Edad Media. Destacan la Plaza del Ayuntamiento, la Iglesia de San Andrés y el Palacio del Conde de Lemos (en el Castillo).
El Museo de la Radio, el Museo del Ferrocarril o el Museo de la Energía son otros atractivos visitables.